"La palabra es mitad de quien la pronuncia, mitad de quien la escucha" Montaigne

viernes, 15 de marzo de 2013

El arma de los periodistas: el lenguaje



La idea inicial de Austin (1959) es que cuando las personas hablamos, casi siempre, transmitimos enunciados que no son descripciones, sino que implican una acción. Y parte de lo cierto, ya que en las construcciones sintácticas que usamos predomina la autoridad de un verbo y no las florituras de un adjetivo. Por ejemplo: ¡Pásame un bolígrafo!, ¿Quieres que quedemos?, ¿Aprobaste el examen?  El verbo siempre es el protagonista principal de la oración, mientras que la posición del adjetivo queda rebajada al segundo o tercer plano.

Según Austin, los enunciados tienen tres tipos de actos. Los analizaremos en la entrevista que le hizo Elvira Lindo  a Penélope Cruz para El País. 
En cuanto al acto locutivo, la periodista expone sus ideas  de forma ordenada, cuidando las relaciones de significado entre las palabras, la coherencia del texto, pero no pone especial énfasis en las relaciones semánticas. Ya que algunas palabras son más connotativas que denotativas. Y ello induce a que el lector no sepa si posicionarse a favor de Elvira Lindo o de Penélo durante el tiempo que duró el encuentro.

El acto ilocutivo se refiere a la intención que tiene, en este caso, Elvira Lindo de mostrar cómo es la actriz. Hay que tener en cuenta que  Penélope Cruz no le concedió la entrevista que deseaba. Y, por ello, la periodista se enfadó.    Le salió el tiro por la culata y se fue del encuentro sin entrevista de personalidad. Es cierto, que la primera lectura del texto puede producir dos interpretaciones: la primera que Penélope Cruz es una persona borde y que trató mal a la periodista. O que Elvira Lindo fracasó como entrevistadora. Hay que leer entre líneas para no interpretar de forma incorrecta los textos publicados. Ya que en este caso, parece que la actriz es la mala de la película. Cuando en realidad no es así. El diálogo muestra una lucha de egos entre dos mujeres con personalidades fuertes. En este último caso, nos referimos al acto perlocutivo porque el efecto que puede producir en el  lector dependerá de cómo se lea el texto y cómo se interprete. Os invito a que la leáis: http://elpais.com/diario/2008/09/21/eps/1221978411_850215.html.


 Sabemos que la continuidad de las ideas de Austin se encuentra en los trabajos que posteriormente realizó Searle. El filósofo clasifica los actos de habla en cinco conceptos.
 He elegido una entrevista de personalidad que le realizó Rosa Montero a Manuel Fraga.  La conversación nos muestra la agresividad y mal humor del político, además de una lista de verbos ilocutivos: asertivos,  directivos,  expresivos, etc.

La conversación la inicia Rosa Montero. La periodista pone especial énfasis en los verbos asertivos: “Cuando he anunciado que tenía una entrevista con usted me han advertido de dos cosas sobre su carácter. La primera es que usted tiene gran sentido del humor”.[ La escritora lo afirma con rotundidad].

El dialogo avanza. Y los verbos asertivos continúan manifestándose:
Rosa Montero: La cosa que cambia es el balandro [La periodista afirma y enuncia]
Fraga: No, no; el balandro es el mismo.

Además, Rosa montero le dice que él ha tenido propensión a decir frases rotundas. A lo que Fraga le responde:
“No; mire señorita, va usted por el mal camino como siga diciendo esas cosas”.  [ Se aprecia el uso de verbos directivos por parte de Fraga, ya que le prohíbe, le ordena a la periodista que no siga preguntándole esas cosas, y le amenaza con que la entrevista puede terminar”.

Rosa Montero no se da por vencida y retoma la conversación. Así que le dice a él  que es una persona  que emana agresividad. Fraga le responde:

Me gustaría que no me hiciese preguntas agresivas. No ha parado de hacérmelas desde que ha empezado la conversación”. Fraga le manifiesta mediante un verbo expresivo como lo es “me gustaría” que le haga preguntas menos comprometidas.

El diálogo sigue prolongándose y la periodista no cesa su ataque de preguntas hacia el político. Fraga se mantiene en guardia. Rosa Montero quiere comprometerlo para que diga la verdad sobre algo que se rumorea:

R.M: Me han dicho que se pegó con un alumno.
Fraga: no. Es rigurosamente falso. No hubo lugar.
R.M: Pero al menos salió del aula dispuesto a pegarle.
Fraga: Le repito que es absolutamente falso. Y le prometo contarle la historia completa. [Un ejemplo del uso del verbo compromisivo]

La entrevista finaliza con una petición que le hace la periodista en la que podemos observar el uso de verbos consultivos:


RM: ¿Le puedo hacer una pregunta sobre su infancia?
Fraga: Hasta ahora le he respondido a todas las preguntas, señorita.

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